El móvil, el peligro "invisible" que amenaza la paz de las parejas

Vuelvo  a retomar este tema cuando hace dos días hablara sobre el móvil como medio de comunicación #1 entre los infieles. Pero hoy quiero abordarlo desde otra perspectiva. En el día a día de mi aprendizaje tecnológico, he conocido muchas formas sencillas de espiar por el móvil, algunas simples, otras muy complicadas,
pero todas si muy certeras.  Cabe destacar que en estos temas, quienes siempre solicitan de mi ayuda son las mujeres, en todo este tiempo muy pocos hombres, quizá alguno o dos, me han demostrado interés por espiar a su pareja (no puedo decir que conozco las razones). 

Quienes me siguen a través de las redes sociales, saben que siempre insisto en el tema de la seguridad móvil, pero no en la simpleza de los permisos de aplicaciones que instalamos en nuestros smartphone, la información que consiguen los desarrolladores por esa vía es irrelevante para mí. Hablo de otro tipo de seguridad, creo que si las personas tuvieran plena conciencia de que a través del teléfono móvil, con el conocimiento necesario, se pueden obtener detalles muy precisos sobre su vida, con quien hablan, qué hacen, donde van, donde están, a qué horas, y sobre todo, saber que esta información puede conseguirse aún si ser un móvil  con acceso a Internet o con GPS, dejarían de usarlos. 

Es común en nosotras las mujeres revisar el teléfono móvil de nuestra pareja. Pero no sólo el teléfono, aveces hasta el correo, la cartera, los bolsillos, el computador, el iPad, los mensajes de Facebook, etc. Y hoy he estado cuestionando esos porqués, sobre todo cuando realmente sé que es algo que no deberíamos hacer. 

Desconozco la existencia de alguna mujer dominicana que jamas haya incurrido en algunas de estas acciones,  creo que uno de los porqués en la mayoría de nosotras es el desconocimiento de los límites que deben existir en todo tipo de relaciones entre dos o más personas, y las relaciones de pareja no están exentas de esos límites. 

Vivimos en un país donde si la mayoría desconocemos los límites del derecho que tienen los demás a mantener su intimidad y vida privada fuera de nuestro alcance, lo lógico es que además entendamos que si compartimos nuestra vida de pareja con alguien, tenemos todo el derecho a tener acceso a todo lo que tiene que ver con ese alguien. Digo esto porque para mi misma hasta hace unos meses también fue así, pero ahora me doy cuenta de cuan equivocada estaba. No es así, no tenemos derecho a violentar de ninguna forma la intimidad de nuestra pareja, entérense. 

Sin distinción de género, nada justifica  incurrir en estas practicas e incluso, las leyes de telecomunicaciones   castigan todo tipo de espionaje electrónico. Y aunque tengamos dudas sobre el nivel de fidelidad que se nos está guardando, si descubrimos por esa vía que nuestra pareja nos ha sido infiel y ha violado la confianza que hemos depositado en ella, si incurrimos en estas practicas, también estamos violando la confianza que nuestra pareja depositó en nosotros. Y en todo caso,  prácticamente nos estamos igualando, pero además, y es lo más importante, nos estamos torturando y con ello afectando la tranquilidad de nuestra vida en pareja.