La revolución tecnológica; en mi experiencia, ausente en la consulta médica dominicana

En los últimos años nuestro país ha experimentado una revolución tecnológica innegable. La misma ha impactado paulatinamente en el sector salud, más según mi experiencia, no en algunos importantes aspectos en la relación médico-paciente o en la manera en cómo escogemos nuestros doctores.

Hoy día, con unos clics realizamos transferencias bancarias desde el computador. Siendo tan cotidiano como chatear con cualquier persona vía WhastApp o hacer una videoconferencia por Skype y verle en tiempo real sin importar la distancia que nos separe. 

Es común recibir facturas por correo electrónico, pagarlas por Internet e incluso pagarlas sin Internet desde el móvil con solo tres clics usando tPago. 

Gracias al avance de la tecnología nos evitamos tortuosas filas, renovando el marbete del vehículo en línea.

Sin embargo, todos estos cambios tecnológicos que acabo de nombrar -normales a estas alturas- no han impactado la forma en la cuál asistimos a una consulta médica o al menos en la manera en la cuál seleccionamos nuestros médicos. Que si no continúa invariable en los últimos 30 años, sus cambios han impactado mínimamente a pacientes entre los cuales me incluyo. 

Realizar una cita medica continúa igual a cuando nací. No existe un sistema automatizado o en línea, donde puedas realizarla o cancelarla sin la intervención humana.

Con tantos adelantos tecnológicos ¿cómo sabemos si el médico al que asistimos es un buen o un mal profesional? Peor aún, ¿cómo sabemos si realmente es médico? Actualmente solo cuando sea titular de un reportaje en el programa de Nuria Piera. 

¿Contamos con alguna herramienta en línea que nos permita leer experiencias y valoraciones de otros pacientes sobre nuestros médicos e incluso valorar nuestra experiencia con cada uno de ellos? No, no la tenemos. Sin embargo, a nivel privado podríamos crear un directorio médico y sería un buen proyecto para empoderar al paciente y ayudar a los médicos a crear su marca profesional y captar nuevos pacientes.  Ambos sectores -médicos y pacientes- nos beneficiaríamos. 

Si es cierto que hoy día en el escritorio de nuestros doctores encontramos un iPad, un Mac o cualquier teléfono inteligente o tableta de gama alta. También es cierto que si en el mejor de los casos encontramos instalado algún Vademecum o el Manual Harrison de medicina, encontraremos pocas o ninguna aplicación o software que facilite la consulta y la rapidez en observar el historial médico de un paciente. Ya sea dentro del consultorio, pero sobre todo fuera del mismo; donde el médico no cuenta con acceso a los datos del paciente.

Para que el médico pueda saber qué otros medicamentos estamos tomando o qué otra enfermedad estamos padeciendo, debemos hacérselo saber, ¿y qué pasa cuándo se nos olvida comunicar ese dato tan importante o llegamos en un estado de emergencia donde no podemos articular palabras?.

En los hospitales, incluso en clínicas de renombre, el historial médico continúa impreso y archivado en una carpeta, y cuando ese historial se pierde, como sucedió con el mío en el Centro Médico UCE, ¡nada que hacer! 

Los dominicanos podemos acceder en línea a nuestro historial de crédito, ¿pero podemos acceder en línea a todo nuestro historial médico? No, no podemos. Para colmo contamos con un historial separado en cada clínica y en ocasiones con cada médico. 

Otros países llevan décadas disponiendo de toda la información en su historial médico en línea y, visualizando desde los análisis de laboratorio, costosos estudios especiales, hasta medicamentos indicados. Todos los sectores involucrados en la salud: farmacias, doctores, clínicas, seguros, entre otros... tienen la obligación de reportar cualquier dato relacionado a la salud de cada ciudadano. Y esos datos pueden ser vistos en línea por el paciente, su médico o cualquier otro personal médico en casos de emergencias.

¿Qué tanto impactaría positívamente a un nuevo diagnostico clínico, el hecho de que el médico actual cuente con toda la información sobre los más mínimos padecimientos de su paciente en los últimos 30 años? 

Los dominicanos contamos con burós de créditos muy ágiles y eficientes, más no con burós de salud, ¿es más importante nuestro historial económico que nuestro historial de salud?

En concreto, en República Dominicana gran número de problemas de salud encuentran solución gracias a la tecnología en avanzados equipamientos para el diagnóstico. A través de médicos muy capacitados y sofisticadas técnicas como los recientes trasplantes de corazón realizados por primera vez en tierra dominicana. Pero el objetivo de este artículo es recalcar que el gasto en costosos equipamientos tecnológicos para el diagnostico y tratamiento de enfermedades,  no basta por sí mismo si el proceso inicial para que un paciente pueda consultar un médico y recuperar su salud, continúa siendo, además de arcaico, tortuoso.

Los médicos necesitan pacientes; los pacientes necesitamos salud. Entonces, aunemos nuestros esfuerzos profesionales e individuales y junto al estado, clínicas, ARS y demás autoridades de salud, busquemos, encontremos e implementemos sistemas que fortalezcan la consulta médica y la interacción primaria entre médicos y pacientes.

 Sé bien que mantener la armoniosa relación entre médico y paciente no depende tan solo del uso de tecnología, pero es INNEGABLE que este proceso es más eficiente cuando se hace uso de ella.